El equilibrio entre Trabajo-Vida personal es una constante búsqueda de los colaboradores de cualquier empresa en México. Uno de los factores determinantes para lograr este balance, se encuentra en el tiempo que trabaja una persona.

Según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE, los mexicanos laboran en promedio 41 horas a la semana, la mayor carga entre las naciones que conforman el organismo, cuya media es de 33 horas por semana, de hecho, casi el 30% de la fuerza laboral mexicana trabaja más de 50 horas semanales.

Esto representa un gran desafío para las empresas mexicanas, no sólo porque es evidente que una jornada larga puede traer consecuencias en salud, afectar la productividad y/o aumentar el estrés; también por el trabajo remoto ocasionado por la pandemia que ha provocado se intensifique y alargue el tiempo de conexión y se desdibuje el límite entre vida personal y laboral.

Si a esto le agregamos la posibilidad que da la tecnología de estar conectados en todo momento, el miedo a perder el trabajo o la cultura de trabajo nociva, el problema se incrementa, y es claro que este hecho requiere la atención de empleados, empresas, sociedad y gobierno.

Los países más productivos del mundo se distinguen por tener un menor número de horas trabajadas a la semana, dado que los periodos laborales excesivos contribuyen al cansancio de los colaboradores y a una reducción de productividad.

En México se conmemora el 1 de junio el “Día Nacional del balance Trabajo-Familia” desde 2019 uno de los objetivos es sensibilizar y concientizar sobre la relevancia de este problema a la comunidad empresarial.

De hecho, el balance trabajo-vida se ha convertido en una de las prestaciones más valoradas por las nuevas generaciones, pero, además, aquellos empleadores que garantizan este equilibrio obtienen trabajadores más leales, más productivos y con menor ausentismo.

¿Cómo apoyar a que se logre este equilibrio?

La implementación de la NOM- 035 que entró en vigor en octubre 2019, nos permite tener un acercamiento con el personal de nuestro negocio y una gran oportunidad para dar el primer paso. La comunicación y la empatía de los líderes de la empresa son clave para conocer e identificar si hay algún problema que puede estar afectando el balance trabajo-vida entre sus colaboradores.

La evidencia muestra que las políticas de balance trabajo-vida son un ganar-ganar para las empresas y sus colaboradores, bien implementadas, pueden incrementar la productividad, mejorar el compromiso y reducir la rotación.

El Centro de Investigación en Política Pública IMCO realizó 50 entrevistas a diversos empleadores para identificar políticas de integración trabajo-vida, compartimos, algunas conclusiones:

  • México tiene organizaciones pioneras que han implementado prácticas exitosas.
  • Es fundamental que este tipo de prácticas lleguen a todos los niveles de la organización, no solo a los puestos administrativos y corporativos.
  • La calidad de vida de los colaboradores se puede agrupar en:
  • Flexibilidad de tiempo y/o espacio
  • Balance familia y trabajo
  • Salud y bienestar
  • Movilidad
  • Inclusión de género.
  • Es muy importante que las organizaciones realicen autodiagnósticos para conocer las necesidades de su personal.
  • Exploren diversas opciones de flexibilidad que puedan transformar la vida de sus colaboradores, incluidos los operativos.
  • Evaluar la implementación de la NOM-035.

Si requieres asesoría para la implementación de la NOM-035 en tu empresa, visita nuestro sitio web: https://greatteam.mx/asesoria-nom-035/    o contáctanos al correo:  ventas@greatteam.mx

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Artículo por: Dirección Great Team
Great Team – Excelencia en Recursos Humanos
www.greatteam.mx

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