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Actualmente no debe ser extraño recibir Cv’s de jóvenes que han tenido varios trabajos en un año, lo cual presume “cierta inestabilidad”. ¿Cómo entender a estos buenos candidatos de la modernidad?

Los invito a reflexionar principalmente a los nuevos buscadores de talento, jefes y gerentes para que abran su mente y no prejuzguen a un candidato por una “supuesta inestabilidad”, en realidad, lo más importante es considerar y comprender algunos factores que explican el sentir y pensar de los millenials.

Mientras la generación X y los baby boomers duraban en su empleo un promedio de ocho años, los millenials duran sólo un año.

Empecemos por entender el porqué de la desvinculación de esta generación con sus empleos aumentó en 21% en cuatro años en Latinoamérica, entre otros elementos, todo indica que el problema se origina en la falta de flexibilidad, escases de metas tangibles, además de esquemas rígidos en las empresas.

Estos jóvenes buscan a empresas que abracen su espíritu emprendedor, con opciones para seguir su trayectoria. Buscan empresas que los llenen emocionalmente y les permitan ver el impacto de su trabajo.

Se caracterizan por ser cien por ciento digitales –no imaginan su vida sin Smartphones ni apps–, son consumidores informados y exigentes, sociables y colaborativos, autosuficientes, innovadores y creativos. ¡Sí! todo eso en una sola persona. Pero estas mismas cualidades son un arma de doble filo para las empresas; los millenials suelen entregarlo todo, pero su compromiso muchas veces es fugaz. Suelen aburrirse pronto de la rutina y buscan cambiar de aire para sentirse renovados.

Los millenials son libres y propositivos por naturaleza, los trabajos mecánicos, repetitivos y poco relevantes los frustran en cuestión de meses. Necesitan sentirse rodeados por “buena vibra”, prácticas motivadoras y un espacio que propicie las ideas innovadoras, jefes flexibles e inspiradores, un equipo de trabajo diverso y la menor cantidad de procesos burocráticos posible para que sientan el ambiente de trabajo agradable.

Prefieren horarios flexibles, la posibilidad de trabajar desde casa, de modificar procedimientos,

no hay mejor forma de motivar a los millenials que ofrecerles este tipo de facilidades.

Son sumamente trabajadores y capaces de pasar noches enteras en vela con tal de que su trabajo sea perfecto, sin embargo, no significa que no valoren su vida privada y que esten dispuestos a trabajar todos los días las 24 horas, para ellos un empleo que no vele por su bienestar personal será descartado.

Los millenials no son conformistas. Todo lo contrario: aspiran a llegar lejos, por lo que quedarse en el mismo puesto durante 10 años no forma parte de sus planes (¡ni pensarlo!). Tienen la mirada puesta en el crecimiento profesional, por lo que, si encuentran que su empleo no les ofrece la posibilidad de aprender más, poner en práctica sus habilidades, proponer proyectos y escalar de puesto, se mueven de lugar. A un millenial “no puedes prometer y luego no cumplir”, eso los desmotiva.

Luz del Carmen García G