La gestión de Recursos Humanos se enfrenta a grandes desafíos, desde la digitalización del departamento hasta el nacimiento de nuevos perfiles y herramientas de motivación. Pero no es lo único con lo que hay que lidiar.
- Liderazgo y motivación
Para muchas personas el trabajo, por diversos motivos, es una fuente continua de insatisfacción y malestar, lo que hace que los colaboradores se sientan descontentos profesional y personalmente lo que puede provocar procesos de estrés, ansiedad y desafección laboral que pueden llegar a provocar la disminución de su rendimiento laboral y de la productividad de la empresa, así como un aumento del ausentismo por bajas laborales.
Por el contrario, para otras muchas personas el trabajo aporta sentido a sus vidas, aumenta su autoestima, sienten que su labor es útil a los demás y encuentran un reconocimiento social. A través del trabajo, también se relacionan con otras personas, y encuentran cubiertas sus expectativas y deseos de mejorar y prosperar.
Por tales motivos, la satisfacción en el trabajo es un elemento esencial para lograr colaboradores eficaces, implicados y comprometidos con la organización y dispuestos a aportar innovación y mejoras.
A.1 Implementación de sistemas de motivación
Llevar a cabo sistemas de motivación laboral dinámicos y transparentes. Algunas de las técnicas de motivación más usadas en gestión de Recursos Humanos son:
- Proporcionar incentivos tanto financieros (mediante dinero en efectivo, aumentos de sueldo, acciones de la empresa o tarjetas regalo) como no financieros (días adicionales de vacaciones, horas libres, flexibilidad, teletrabajo, políticas de bienestar empresarial, etcétera).
- Mejorar la conciliación familiar y laboral.
- Reconocer la labor de los trabajadores.
- Ofrecer formación de los trabajadores y planes de carrera.
- Fomentar el espíritu de empresa a través de actividades de equipo, tanto en horario laboral como extralaboral.
A.2 Reconoce el talento desde la gestión de Recursos Humanos
Según los expertos, la propensión de una empresa a reconocer públicamente el talento de sus trabajadores es directamente proporcional al nivel de satisfacción y motivación de su fuerza laboral.
En gestión de Recursos Humanos es tan importante saber reconocer los esfuerzos individuales como los logros del equipo.
- Detección y retención del talento interno
Saber detectar, fidelizar y retener el talento interno de la compañía es el segundo gran desafío de la
gestión de Recursos Humanos.
El motivo es sencillo: de la misma manera que resulta más económico retener a los clientes que ya tenemos que atraer a nuevos, con los colaboradores sucede lo mismo. Para retener exitosamente al talento interno y evitar la fuga de talentos, necesitarás:
- Contratar a personas compatibles con la cultura y los objetivos de tu organización. De nada te servirá esforzarte para fidelizar a un trabajador que no comparte en nada tu visión empresarial
- Propiciar un buen clima laboral. El dinero no lo es todo: recuerda que nadie va a durar demasiado en un lugar de trabajo tóxico donde hay favoritismos o nepotismos. Para favorecerlo puedes usar encuestas de clima laboral o NOM 035
- Cultivar la comunicación interna. Gracias a la comunicación interna tus colaboradores podrán: sumergirse en la cultura de la empresa e identificarse con ella, estar informados, participar en la toma de decisiones, ser escuchados, sentirse reconocidos, cultivar sus relaciones interpersonales y estar motivados.
- Ofrecer posibilidades de crecimiento profesional. Recuerda que uno de los principales motivos por el cual el talento se marcha de una organización es la imposibilidad de ascender dentro de la misma.
- Dar y pedir feedback constructivo. Esto te permitirá corregir errores, reforzar aspectos positivos y mejorar el desempeño de tu plantilla
A.3 No mandes, lidera
Un buen líder sabe motivar al grupo y puede llevar a un equipo a su nivel más alto porque, ante todo, es un ejemplo a seguir para todos sus colaboradores.
Un líder debe reunir tanto fortalezas para tratar con personas, como la capacidad de empatizar, buena comunicación o saber motivar, como buenas características a nivel profesional. Por ejemplo, saber trabajar en grupo, tener creatividad para resolver problemas, clarificar objetivos y trabajar en diversas líneas hacia el equipo.
El líder es la persona en la que confía el grupo, en la que recae la voluntad de los miembros por confianza, ya sea por aspectos técnicos, sociales, personales, ideológicos, etc. pero el líder no tiene por qué saber mandar, de hecho, no manda, el líder conduce, que es una labor mucho más complicada, ardua y conflictiva de cumplir. El jefe manda, mientras que el líder consigue que los demás le sigan sin necesidad de imponer su opinión.
Artículo por: Great Team-Capital Humano
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